Este escrito lo escribí en Junio del 2010:
La “cultura” es básicamente una serie de actividades y una forma de organización determinada de una Institución o de un grupo, en un momento específico y determinado. Cuando alguien trata de cambiar la “cultura”, es decir, las actividades o la organización de un grupo o de una Institución; se crea un choque fuerte entre: 1) las personas que la quieren conservar (tradicionalistas o conservadores) y 2) las que desean el crecimiento a través de un cambio (liberales).
Es evidente que las cosas no pueden permanecer intactas por mucho tiempo, tienen que “evolucionar” y si no cambian acabarán por “extinguirse” a sí mismas. Yo he representado este extremo “liberal” en mí Institución, por ello aparento ser una amenaza evidente ante los “conservadores” y es que no hay de otra, o la Institución “cambia” con mi llegada y crece o el grupo de personas que anhelan lo conservador me “eliminarán”; creyendo que al hacerlo desaparecerán a la “amenaza”.
Esto solo es un pleito en el “imaginario individual”, no en la “mente de grupo” y podrán llamarme “desajustado social”, pero jamás me podrán llamar “conformista”.
Cito a José C. Sánchez; “Bion considera que existen tres supuestos básicos dentro de un grupo: dependencia, emparejamiento y ataque-fuga… el supuesto de ataque-fuga, es cuando “el grupo se ha reunido para luchar por algo o para huir de algo…” El tipo de líder adecuado es el que es capaz de movilizar al grupo, bien al ataque o bien a la huida, ante un enemigo peligroso, ya se encuentre éste dentro o fuera del grupo. El líder es, en este supuesto básico, a menudo un sujeto con tendencias paranoides que se vale de mecanismos de proyección de la agresión. Las emociones dominantes aquí son la hostilidad y el temor”.