Archivo mensual: diciembre 2007

La Prisión!!!

La prisión es espantosa, el estar atado, en un mismo lugar sin poderte mover, asomado por la ventana y observar que allá afuera el mundo es increíblemente ilimitado, es hermoso, las opciones son infinitas, para hacer dinero, para tener a la persona de tus sueños, para hacer lo que tu desees, sin limites sin barreras. Estos barrotes de acero son indestructibles, la jaula es espantosa, cada vez huele más feo, cada vez es más oscura y cada vez uno pierde más la esperanza de salir libre. ¿El delito? Sí, lo he cometido, la condena es la adecuada, yo creo que cualquiera en mi lugar diría que la condena es demasiada, pero, No, todos dicen lo mismo, cuando se comete el delito se goza, se saborea y después las consecuencias no las quiere pagar nadie. Los delincuentes tienen que estar ahí, ese es su lugar, cualquiera que cometa una infracción tiene su lugar ahí. No hay más. Cualquiera que adore la justicia se sentirá satisfecho por el precio que el delincuente paga, y la sociedad se sentirá contenta de que el delincuente no anda más en las calles para no afectar a alguien más.

No hay marcha atrás, el precio es el justo. Mil años no alcanzarían, las ganas de salir son menos, las ganas de cambiar solo son un sueño para uno mismo ya que nadie verá el cambio por estar en el encierro, pagando la condena. Esta cárcel no se la deseo a nadie, debemos hacer las cosas correctas o bien, estar dispuestos a pagar el precio. Nadie puede liberarse de pagar el precio, tarde o temprano se ha de pagar. No hay mártires, no hay pobres, no hay sino delincuentes que pagan su precio.

Y esta cárcel es la peor de todas, el cuerpo parece libre a simple vista, pero no es así. En esta cárcel los barrotes son indestructibles. Y cada vez mas fuertes, nadie puede romperlos, ningún arma puede hacerlo.

¡Esa prisión que solo está en la mente! Esa que causa demasiado miedo salir, tanto que nadie se atrevería a escapar, el dominio parece absoluto, el carcelero parece mirarte todo el tiempo, cuando tu duermes, el está despierto, nunca duerme, nunca descansa, no puedes escapar, estas muy bien vigilado, para que no te atrevas a huir y no desees no pagar tu condena. Todos la pagan, nadie se libra. El Conde de Montecristo salió de la cárcel, el decía que pueden tener tu cuerpo pero jamás a tu mente, pero ¿Y si la cárcel está en tu mente? Como puedes escapar de eso, como puedes sentirte libre, aunque tu cuerpo lo este no tienes a donde ir, esta prisión es la peor. Es la más efectiva, nadie la puede destruir, nadie te puede ayudar a escapar, nadie puede escapar.

También hay verdugos aquí, que te azotan por dentro, te desangran, te desgarran, todos los días, el dolor es inmenso, suplicas piedad todos los días, suplicas perdón todos los días, rezas todos los días por que esto acabe, pero tu solo te metiste ahí, ¿porque cometiste ese delito? No tenías porque cometerlo, ¡lloras todos los días!.Y las lágrimas se secan en tu interior, las heridas no sanan, y las ganas de luchar se acaban a diario. ¿Cuáles son los sueños de vivir en una prisión como esta?, ¿Cómo se puede vivir en una prisión como esta?. ¿Cómo poder escapar?. En ocasiones la prisión te hace peor persona de lo que eras, el dolor diario te hace más frío, más calculador, en ocasiones cuando las personas se acostumbran a ello, hasta matan. Matan a sus compañeros de celda o a los que los atormentan, como a sus verdugos, planean hacerlo y lo hacen. Pero no se gana nada, no se mitiga el dolor, no puedes escapar y entonces ahora tienes más delitos que pagar. No hay salida. Tal vez solo, solo la resignación. En el epitafio de la muerte se dirá, falleció muy joven, de 26 años, aunque sea el 2050 y la fecha de nacimiento sea de 1978, la gente se preguntará, ¿Cómo después de tanto tiempo es tan joven? No lo es, la fecha es la fecha real de muerte, porque en esa fecha firmo su condena. No hay más. En paz descanse y que la condena sea de provecho para pagar el delito, que si cometió…

prisión

Escucha!!!

Tomado de la conferencia de Anthony de Mello:

«…Me contaron también acerca de un sacerdote que estaba tratando de convencer a un feligrés alcohólico de que dejara la bebida. Para ello llenó un vaso con alcohol puro y tomó una lombriz dejándola caer en el vaso. La pobre lombriz comenzó a retorcerse y murió. Y el sacerdote le dijo al feligrés:

>-¿Comprendiste el mensaje, Juan? – Sí padre comprendí el mensaje… comprendí el mensaje. ¿Sabe?, si se tiene un bicho en el estómago, hay que tomar alcohol.

>¡Ay! ¡Vaya si comprendió el mensaje! Juan no comprendió el mensaje porque no estaba escuchando.

> Conozco otro caso en el que era el sacerdote el que no estaba escuchando. En efecto, cuentan acerca de un alcohólico que fue a ver al cura párroco, el cual como estaba leyendo el diario, no quería que lo molestaran.

>- Disculpe, padre. El padre fastidiado, lo ignoraba.

>- Eh, disculpe, padre. -¿Qué pasa? – preguntó el párroco.

>-¿Me podría decir qué produce artritis, padre?

> El padre seguía fastidiado: -¿Qué produce artritis? Beber produce artritis; eso es lo que produce artritis. Salir con mujeres fáciles produce artritis; eso es lo que produce artritis. Dedicarse al juego produce artritis; eso es lo que produce artritis.

>¿Por qué lo preguntas? – Porque aquí, en el diario, dice que el Santo Padre tiene artritis. El párroco no había estado escuchando…«

Que difícil es ESCUCHAR!

Pensando como escuchar